Concebir la conducta como la interacción organismo-ambiente, implica un determinismo recíproco, donde la actividad del organismo es influenciada por los estímulos y además, la conducta genera eventos ambientales. Tradicionalmente, la investigación conductual se centra en el determinismo de los estímulos sobre la reacciones del organismo. Así, para estimar la influencia que una condición estimulante genera sobre la conducta, es necesario obtener relaciones empíricas que permitan inferir diferencialmente qué proporción del cambio en la conducta ha sido determinada por el estímulo. En cambio, centrándose en el control que ejerce la conducta sobre el ambiente, es posible programar matemáticamente las propiedades físicas del estímulo según las dimensiones del comportamiento, lo que establece una metodología alternativa de investigación para innumerables procesos de condicionamiento.
Prieto Comelin, A. (1998). Programación funcional de eventos psicofísicos. Revista De Psicología, 7, Pág. 121–131. https://doi.org/10.5354/0719-0581.1998.18678